Naturaleza y cultura…oposición y herramientas de poder

En Teoría de la Cultura se considera natural aquello que se transmite a través de la genética y cultural aquello que se transmite por aprendizaje social. Hasta aquí parece muy fácil establecer una distinción entre ambas. Pero a lo largo de la historia de nuestra sociedad ambos conceptos se han confundido en una suerte de amalgama que permite utilizarlos para controlar el comportamiento de grupos sociales, especialmente por aquellos que ostentan el poder.

Cascadas de Plodda Falls, en las Highlands, Escocia
Cascadas de Plodda Falls, en las Highlands, Escocia

En el imaginario popular lo natural es lo que viene de fábrica, lo  que no podemos cambiar porque está en nuestro más profundo interior, en lo que nos define como especie, los genes. Así que, para calificar algo de absolutamente incorrecto y digno de desprecio, solo tenemos que calificarlo de anti-natural, definiendo como «natural» el comportamiento deseado. Así, en momentos no alejados de nuestra época, muchos de los comportamientos que la sociedad (masculina) deseaba de las mujeres han sido calificados de «naturales», de insertos en su «naturaleza». Si una mujer se atrevía a elegir modos de vida diferente  se convertía en culpable de actuar «contra la naturaleza». Y así podemos encontrar un montón de ejemplos, incluso en el día actual.

Por otro lado, «culturizar» eventos naturales proporciona al ser humano la capacidad de dominarlo. Como el hombre no puede cambiar la naturaleza, basta con que rodee de cultura un hecho natural para poder apropiárselo y aplicarle las condiciones del poder. Continuar leyendo «Naturaleza y cultura…oposición y herramientas de poder»

El ensayo…escribir para reflexionar…también en Medicina

Reflexiones a partir de “El ensayo como forma”, de Theodor W. Adorno, filósofo perteneciente a la Escuela de Frankfurt y uno de los críticos con el pensamiento de la modernidad, esto es, del pensamiento que surge a partir de la Ilustración.

Lo traigo aquí porque es una manera de ver como la filosofía nos invita a reflexionar sobre el mundo actual, nos proporciona instrumentos de reflexión (como es el formato del ensayo) y, a pesar de que no aparece ninguna mención a la medicina, es posible extraer reflexiones sobre la práctica médica y la ciencia médica, reflexiones que nos ayudan a crecer como profesionales. Adorno nos invita a escribir, en forma de ensayos, para reflexionar y hacer crecer nuestras ideas. Pero, por el momento, los ensayos no se publican muy bien en las revistas médicas. Tal vez, con el tiempo, las cosas cambien.

El texto que sigue es largo, son mis reflexiones sobre el texto de Adorno. Invito a todos a hacer el experimento de leer directamente el texto y dialogar con él, sacando sus propias ideas. El texto nos invita a ser crítico y a utilizar la escritura como herramienta de aprendizaje, algo que ya he comentado en relación con la Medicina Narrativa.

Uno de los temas recurrentes en el texto “El ensayo como forma” es la relación entre el ensayo como producto y los productos artísticos, así como también el valor del ensayo en cuanto a su posible relación con el arte. Continuar leyendo «El ensayo…escribir para reflexionar…también en Medicina»

Escuchar, escuchar, escuchar…para ser médic@

En las últimas semanas varios pacientes se han despedido de la consulta con una frase impactante, al menos para mí, «gracias por escucharme». En mi frustación por no poder ofrecer nada, es decir, no poder dar tratamientos contra el paro, los problemas familiares, la cuasi explotación laboral, la deseperanza, al fin y al cabo, no había caído en la cuenta de que todavía podía ofrecer «la escucha» y que ese es un recurso terapéutico que muchos pacientes (y desgraciadamente también muchos médic@s) creen que no está incuido en la cartera de servicios del SNS.

Así que, en relación con la entrada sobre lo que la música aporta a la medicina, hoy voy a divagar sobre la escucha. En música, escuchar no es un añadido. Si no pones las orejas y todos los sentidos, no puedes nunca afinar y tocar correctamente. Todo tu ser tiene que estar concentrado en lo que haces. No basta con leer la partitura, hay que entregarse a ella. Y escuchar es el requisito básico. Escuchas tu instrumento, si la nota que sale tiene el tono, el timbre y la fuerza requerida en la partitura. Pero también escuchas a los demás, para que la afinación sea perfecta tienes que ajustar el sonido, así todo suena perfectamente armonizado. Pero todo comienza en las orejas, escuchar, continua en el cerebro, pensar, sigue en las manos, actuar.

No es dificil entrar en Pubmed y buscar con el término «listening». Aunque la mayoría de lo que aparece tiene relación con el órgano de la audición y sus enfermedades, también se pueden encontrar pequeñas perlas que hablan de la importancia del acto de «escuchar». Por ejemplo, Jagosh et al, nos presentan un estudio cualitativo sobre La importancia de la escucha del médico desde la perspectiva de los pacientes: mejorando el diagnóstico, la curación y la relación médico-paciente. Continuar leyendo «Escuchar, escuchar, escuchar…para ser médic@»

Jornadas de Medicina Narrativa (V). 20 de junio: Epistemic Injustice

Después de las vacaciones, ha llegado el momento de seguir contando lo que supusieron las Jornadas de Medicina Narrativa en Londres. Voy a contar la conferencia de Havi Carel, filófosa, el jueves por la tarde (aquí teneis acceso a las diapositivas de la conferencia, en inglés).

Havi Carel es una filósofa, autora de «Illness, the Art of Living«, en el que reflexiona sobre lo que es la enfermedad desde dos perspectivas, la personal y la filosófica.

El tema central de la conferencia fue la constatación de nuevos tipos de «injusticia» en las relaciones sanitarias. Estamos acostumbrados a oir hablar de inequidad (injusticia de acceso a los recursos cuando se los necesita), injusticia social, económica, etc. Lo que la Dra. Carel nos contó versó sobre la aplicación al mundo sanitario del concepto de Injusticia Epistémica, presentado en el libro de Miranda Fricker «Epistemic Injustice: Power and ways of Knowing».

La Injusticia Epistémica tiene que ver con la injusticia relacionada con el conocimiento. No con el acceso a los conocimientos, sino con la posibilidad de «ser conocido», de «dar testimonio y que éste se reconozca». Al fin y al cabo, de ser reconocidos como fuente de conocimiento y testimonio en una sociedad determinada. La injusticia epistémica surge de la injusticia de muchas normas sociales.

Existen varios tipos de injusticia epistémica. Los dos más relevantes son:

Jornadas de Medicina Narrativa (IV): 20 de junio. By the Book.

¡Hay que ver lo largo que es el día y las energías que se consumen cuando tienes que estar sintonizada todo el día en otro idioma! En el King’s College hoy hemos estado todos absortos en las diferentes sesiones.

El día comenzó con una sesión plenaria titulada «By the Book: Authority, Authenticity, and the Body’s Narration«, de Catherine Belling. Absolutamente fascinante aunque en algunos momentos no pude seguirla al detalle (mi inglés es bueno pero no tanto). La cuestión central de la exposición fue: ¿cuál es la similitud entre la tortura y la medicina en lo que respecta a su relación con el cuerpo?. La conferenciante se centró en algo en que yo, personalmente, nunca había caído: cuando en medicina soslayamos la historia contada por el paciente sobre sus padecimientos y nos centramos en los hallazgos objetivos de las pruebas complementarias para decir si alguien está sano o no, lo que hacemos es considerar que el cuerpo miente, y que solo mediante técnicas especiales (el interrogatorio médico, la extracción de sangre, el sometimiento a radiaciones, la introducción de diferentes dispositivos por diferentes lugares del cuerpo…) podemos llegar a la verdad. En cierto sentido, la relación del médico con el paciente es una relación en la que el médico pone todo su conocimiento para extraer una verdad del cuerpo aunque éste no quiera decirla o a pesar de que quiera hacerlo  porque la historia del cuerpo, contada sin «tortura» no es confiable.

Francis Picabia, ‘Otaïti’ 1930Nos puso tres ejemplos. El primero sacado de Hamlet (muy anglosajón), en el momento en que Hamlet, violentamente, obliga a su madre a enfrentarse al espejo para descubrir lo que tiene oculto. La importancia de este ejemplo es que sólo nos damos cuenta de que existe un cuerpo cuando muere, cuando se queda tumbado en el escenario, silencioso. Hasta ese momento solo la trama es importante.

El segundo ejemplo fue una vuelta de tuerca puesto que intercambió los papeles. Utilizando el caso de la hipocondría nos presetnó una situación en la que el paciente es el torturador que quiere que el médico diga la verdad sobre su cuerpo. El médico se siente torturado para contar algo y lleva a decir cualquier cosa para que la «tortura» termine.

Finalmente, Belling recurrió a la serie «24 horas» para mostrar cómo, en nombre del superior beneficio, podemos saltarnos todas las reglas. Pensad de qué modo esto aplica a la medicina, cuando el superior interés del paciente se coloca incluso en contra del propio paciente. Y una recomendación biliográfica: Narrative Bodies; towards a corporeal narratology, de Daniel Punsay.

Una presentación increíble por lo de rompedora y, sobre todo, una oportunidad de reflexión sobre nosotros mismos, nuestra corporeidad y nuestra desconfianza hacia la propia corporeidad. En sociología se habla mucho de «in-corporar» en el sentido de tener en cuenta el cuerpo y la imagen que tenemos de él para poder entender nuestra cultura y a nosotros mismos. En el caso de la medicina ni siquiera hemos empezado a plantearnos este concepto y lo que implican los significados e interpretaciones, ocultas incluso para nosotros mismos, en relación con el cuerpo.

Jornadas de Medicina Narrativa (III). Enseñar «Close Reading» y Escritura Creativa en las Facultades de Medicina

En cada tramo de presentaciones hay tantas sesiones simultáneas que es complicado decidir a cuál acudir. Al final me decidí por la titulada: Teaching Close Reading and Creative Writing in Health Care Schools I. Sobre lo que es «escritura creativa» no creo que deba añadir nada, sobre lo que significa «Close reading» tendré que hacer una entrada completa porque es un concepto de crítica literaria que casi no tiene una traducción oficial al castellano y que, al menos a mí, no me enseñó nadie en las clases de lengua y literatura. Pero como es fundamental para disponer de todas las herramientas de la Medicina Narrativa, ya os lo contaré con más detalle.

Hubieron cuatro presentaciones. Resumo la idea de cada una: Continuar leyendo «Jornadas de Medicina Narrativa (III). Enseñar «Close Reading» y Escritura Creativa en las Facultades de Medicina»

Jornadas de Medicina Narrativa (II), Conferencia inaugural: Arte gráfico y medicina

Bueno, ya ha empezado.

Y empecé el día en la Tate Modern, donde pude contemplar creaciones como la de Francis Picabia Portrait d'un docteur«Retrato de un doctor» que da para mucho análisis, artístico y simbólico, a la escultura de Chez Zhen, que busca tener un impacto terCocon du videapéutico y meditativo, al expresar su propio camino con una enfermedad maligna hematológica.

Como ya comenté en otro post, el arte puede ser una heramienta de formación del médico, capaz de despertar su lado emocional, empatico y reflexivo, todos imprescindibles para un buen ejercicio de la profesión.

Pues bien, sin dejar el arte, comenzaré por comentar la primera conferencia. El conferenciante fue David Small, un dibujante o artista gráfico. El título: «The Sequencial Art of Illness» (algo así como el arte secuencial u ordenado de la enfermedad). David Small ha publicado una autobiografía gráfica, un cómic para hablar claro, en el que nos cuenta, imagen a imagen, su vida en un contexto familiar horripilante y con una enfermedad que lo dejó mudo duStitches (Reservoir Books)rante mucho tiempo. El libro es una secuencia de hechos, los sentimientos los ponemos los lectores, los significados los ponemos los lectores, pero para el autor, ha sido una liberación. Contar su vida, su enfermedad, le han servido para cerrar heridas abiertas (sin que  eso signifique perdonar). Resumió su intervención con una frase, de la que no recuerdo el autor: «si sacas afuera lo que llevas dentro, te sanará; si guardas lo que llevas dentro, te destruirá». El libro está traducido al castellano e incluso disponible en formato electrónico (kindle). Y, por cierto, el moderador fue Ian Williams, médico y dibujante, cuyo trabajo puede verse aquí y, de paso, he encontrado otra web dedicada a la intersección entre la medicina y el arte gráfico: Graphic Medicine.

Ya ven, la conferencia inaugural no la ha dado un médico, sino un escritor gráfico, para demostrar lo que Rita Charon mencionó en su presentación, la Medicina Narrativa busca ser un lugar común entre profesionales, pacientes y personas implicadas con la enfermedad en cualquier forma.

Medicina Narrativa

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Los próximos tres días estaré en Londres participando en la Conferencia «A Narrative Future for Healthcare«. Tal vez unos pocos de los que me leen, que ya son pocos, hayan oído hablar de la medicina narrativa. La primera impresión es que tiene que ver con la novela sobre médicos, supongo, pero va mucho más allá de eso. A mi me gusta pensar que es otro «programa» de los de Lakatos (u otro paradigma de los de Kuhn para los que prefieran esa terminología). Y que por tanto convivirá con otros ya extendidos, como la MBE.
La Medicina Narrativa se construye a partir de la filosofía y las teorías del conocimiento de la segunda mitad del siglo XX en las que el lenguaje y la narratividad ocupan un lugar central. Pero además nace de la necesidad de devolver a la medicina su arte y su humanidad, perdidos entre máquinas, hospitales, tecnificación y ciencia natural.
Según la definición de su principal exponente, Rita Charon, la medicina narrativa es la medicina practicada con competencia narrativa, es decir con las habilidades de absorber, interpretar y responder a las historias de los pacientes (sus narraciones). Habilidades que se aprenden más fácilmente en las facultades de filología que en las de medicina, la verdad. Pero tal vez es el momento de incorporarlas a nuestro maletín de herramientas, habilidades y conocimientos.
Puede parecer muy teórico, pero, en algún momento, digan a un paciente, de esos tan complejos que tanto nos desconciertan en AP: » cuénteme todo lo que crea que yo debo saber sobre usted para ayudarle» y pongan todos los sentidos en escuchar, sólo en escuchar, activamente, sin escribir, sin traducir a lenguaje médico lo que el paciente cuenta, inmersos en su historia, como cuando leemos una buena narración en un libro. Después escriban la historia del paciente, como si tuvieran que publicar una novela y no un artículo en Medicina Clínica. Y luego dejen que el paciente la lea. Sí, lo sé, en nuestras saturadas consultas parece una utopía, pero a veces tenemos la oportunidad, y de esos momentos se llena nuestra mochila de satisfacción como medic@s.

La Medicina Narrativa o Medicina basada en la Narrativa tiene un amplio cuerpo teórico publicado, y muchos artículos sobre su aplicación, tanto en clínica como en educación pre y postgraduada.os iré contando que da de sí está reunión, pensada para crear una red internacional de Medicina Narrativa. Pero también os iré contando, poco a poco, los fundamentos que la animan.

Más filosofía y menos citología. Reflexiones sobre los Algoritmos Terapéuticos impuestos.

A lo largo de los primeros años en la Facultad de Medicina, tuve asignaturas completas dedicadas a la célula (biología), los tejidos sanos (histología), los tejidos enfermos (anatomía patológica), la química íntima del cuerpo (bioquímica), la física íntima (biofísica)…pero todavía no he conseguido averiguar, tras 15 años de profesión, qué parte de mi práctica profesional se ha visto mejorada por haberme estudiado hasta la última página de mis apuntes en esas asignaturas, lo cual no es malo, ya que nunca he visto entrar una célula por la puerta de mi consulta.

Sin embargo, nadie me habló de Antropología, de Sociología, ni de Filosofía. Y todos los días entran por la puerta de la consulta seres humanos que viven en sociedad, que tienen creencias y valores que influyen en mi actividad médica y, lo que es más importante, en su salud.

Y la Filosofía ¿para qué puede servir? Pues verán, si nos hubieran enseñado algo más de Filosofía que la que aprendimos en el COU (los que somos de esa época) que se limitaba a llegar hasta el primer Wittgenstein, nos habríamos enterado que la filosofía contemporánea pone en jaque muchas de las cosas que damos por ciertas, como la infalibilidad de la ciencia, la separación entre cuerpo y mente cartesiana, que habla mucho y extenso sobre la cuestión del poder y cómo se ejerce, sobre la deconstrucción de conceptos que damos por verdaderos sin discutirlos, sobre la importancia del lenguaje y, muy importante, sobre el triunfo de la subjetividad sobre la imposible objetividad. Continuar leyendo «Más filosofía y menos citología. Reflexiones sobre los Algoritmos Terapéuticos impuestos.»

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