El diccionario de la RAE define lastre como «Piedra, arena, agua u otra cosa de peso que se pone en el fondo de la embarcación, a fin de que esta entre en el agua hasta donde convenga, o en la barquilla de los globos para que asciendan o desciendan más rápidamente» (primera acepción de la segunda entrada de la palabra). El lastre es lo que hace que un submarino se hunda hasta las profundidades para cumplir su función, y cuando tiene que ascender, debe soltarlo. El lastre es lo que hace que un barco se hunda, si es demasiado. Y el lastre es, en parte, lo que hunde a muchos profesionales en algún punto de su vida profesional.
El lastre que se acumula a lo largo de la práctica de la medicina de familia es amplio y variado: errores que no pudimos evitar, pacientes que no han ido como nos gustaría, malos encuentros clínicos, problemas con compañer@s, exceso de pacientes (o tal incluso el defecto), proyectos que no cuajan, proyectos que se hunden, el reconocimiento de nuestra impotencia, el reconocimiento de nuestra ignorancia (que además es la de la medicina en general), la inestabilidad laboral…
Pero este lastre, propio de nuestra profesión, se une al lastre propio de la vida de todas las personas, puesto que nosotros no estamos libres de los mismos problemas que el resto, esos problemas que nos cuentan una y otra vez nuestros pacientes: la enfermedad, los problemas d ela vida familiar, de la pareja, el paro, el miedo al futuro, los restos del pasado…
Si no tenemos mecanismos para liberarnos del lastre de vez en cuando, podemos convertirnos en un submarino que nunca sale a recoger aire fresco sobre el océano, y el aire viciado acaba por volvernos grises, oscuros, tristes, ciegos a lo bueno de la vida y de la profesión.
Por eso es bueno cuando compañer@s desinteresad@s nos ofrecen un poco de ayuda para soltar lastre. En ese proyecto están Isabel Batega y Rafa de Pablo, y se llama médicosconvalor. Aún está en inicio, pero promete ver como hay profesionales comprometidos por el bienestar de todos. Se merecen todo nuestro apoyo.
Buenas noches, Mariola. Muchísimas gracias por tus palabras de reconocimiento para este proyecto que con tanta ilusión empezamos a gestar Rafael de Pablo y yo, y que en estos momentos tan sólo cuenta con un correo electrónico: medicosconvalor@gmail.com.
Me gusta el símil que has usado en tu escrito: «ayudar a soltar lastre», puesto que refleja muy bien la idea central del proyecto: actuar de catalizadores del malestar de nuestros compañeros y compañeras de profesión, poniendo el acento en ofrecer herramientas de gestión emocional y ayudando en su proceso de autoconocimiento para que se revaloricen como personas. El objetivo último es prevenir el desgaste personal y profesional, al modo de los «médicos ignífugos» de #eclinica2014 que nombrabas en tu anterior post (http://medicinacienciayarte.com/wp/blog/2014/11/07/lo-confieso-aun-estoy-en-construccion/) y que nos ha servido de fuente de inspiración.
Deseamos que nos sigas apoyando en este proyecto. Muchísimas gracias por tu apoyo. ¡Un abrazo!
Gracias a ti por tener fuerzas y ánimos para empezar proyectos de este tipo. Creo que hacen falta personas que trabajen en positivo y no solo discurran sobre lo negativo del sistema en que nos movemos. Creo que eso es construir. Y, llegado el caso, a mí me gustaría disponer de personas como vosotros si me alcanza el fuego. Abrazos y contad conmigo para lo que os sea útil.