
Eduard Aibar analiza extensamente en El culto a la innovación (NED 2023) la ideología de la innovación inserta en el solucionismo tecnológico. Y cómo esta tendencia está enmarcada en el neoliberalismo como ideología económica, social y cultural. La innovación es la obsesión del siglo XXI, pero una innovación que se circunscribe a lo tecnológico, sobre todo a lo tecnológico con beneficio económico. No se deja margen para pensar la innovación no tecnológica, aquella que modifica los sistemas de producción y trabajo y las ideas, para mejorar la vida de todos.
En sanidad esto significa que no hay forma de que se piensen innovaciones que no lleven un aparatito o un software asociado. De hecho, se presume de eliminar a las personas necesarias para el cuidado gracias a las «innovaciones tecnológicas». Al mismo tiempo se ponen en marcha cientos y un proyectos de humanización de la atención. Supongo que son necesarios ya que están vaciando de humanos el cuidado.
La atención primaria, territorio tradicionalmente alejado de cualquier gadget (los hospitales han sido siempre el nido perfecto para cualquier nuevo aparato), se convierte de repente en un mercado inmenso, poco explotado y totalmente desconocido, al que los gurús de la IA han echado el ojo. Gestores y políticos más adeptos a la foto de un periódico que la verdadera intención de mejorar los servicios públicos se han convertido en el cómplice perfecto.
Suena bien, puedo decir que pongo dinero, y si no sirve para nada, serán los profesionales que no saben usarla corretamente. La máquina no se equivoca nunca.
La ideología californiana, que analiza Aibar en el libro, presenta las TIC y la IA como herramientas que dan libertad a las personas, que ya podrán decidir sin tener que someterse a ninguna imposición por parte de otros poderes. Este articulo inglés es un ejemplo perfecto: ya no necesitará usted un médico de familia, podrá decidir cuanto, cómo y a dónde se hace su propia derivación y podrá tomar decisiones sobre su salud sin necesidad de consejo profesional porque podrá acceder a toda la información clínica que hay sobre usted. Por supuesto, a nadie parece habérsele ocurrido que tomar decisiones no solo necesita datos, también las herramientas (conocimientos, habilidades…) para interpretar los datos y darles sentido.
La atención primaria tiene muchísimos problemas. Y la tecnología podría ayudar en algunos. Pero innovar es más que tecnología. Uno de los problemas, y no el menor, es haber transformado la salud en un bien de consumo más, a las personas enfermas y sanas en medios de ganar dinero y a la atención sanitaria en el negocio del siglo. Y eso no se cura con software.