Maylis de Keragal, escritora francesa, ha publicado en español Reparar a los vivos, su última novela. Una novela impactante, de esas que te atrapan desde el principio sin tener muy claro por qué caminos te llevará. Una historia de héroes anónimos que se hacen presentes.
El tema, la fragilidad humana; el argumento, el proceso de trasplante de órganos desde la muerte a la intervención en el donante. A lo largo de 243 páginas la autora cuenta un día en la vida de algunas personas, a la vez que cuenta la vida entera de algunas personas en un día. Para ello utiliza una prosa que bien podría ser poesía, rica en adjetivos, en emociones, en metáforas e imágenes que dan al lector la posibilidad de recrear cada escenario, cada momento, e incluso cada rostro.
El paciente, su madre y el enfermero coordinador de trasplantes son los personajes alrededor de los cuales gira principalmente la historia. Pero también son protagonistas el médico de la UVI, la enfermera, el padre, la novia, el cirujano que extrae el corazón, la receptora. Poco a poco, capítulo a capítulo, vamos encontrando a cada uno de ellos, conociendo su vida, su pensamiento, su dolor y sus esperanzas. Y el protagonista, por encima de todo, es el corazón de Simón.
Narrado desde la perspectiva del narrador omnisciente, el que lo sabe todo, entra en todas las mentes y corazones, no nos oculta nada. Si acaso a veces es fácil perderse en las ricas descripciones de los lugares. Pero esas descripciones también son un momento de placidez entre las emociones intensas que emanan de los personajes.
La novela recuerda a la Sra. Dalloway de Virginia Woolf, tanto en su escritura como en su estructura: una historia de 24 horas que es capaz de abarcar toda la vida, donde el narrador es capaz de saberlo todo y contarlo todo. Recurriendo a la técnica de la analepsis («flashback») vamos conociendo el pasado de cada uno de los personajes.
¿Por qué es recomendable para médicos? El proceso de donación de órganos es bastante conocido entre los profesionales, aunque no estemos involucrados en él. Aunque la novela está situada en Francia, no es esencialmente diferente al español. Pero normalmente no tenemos acceso al impacto que produce en las personas involucradas. Las emociones, las dudas, de un mecanismo que gira esencialmente alrededor de la muerte de un ser querido, tocan profundamente a pacientes, familiares y profesionales, cada uno con objetivos personales diferentes. Ver la historia desde las diferentes perspectivas, darse cuenta de que, por muy positiva que sea la donación, el respeto al tiempo de las familias es esencial. Y desde ahí, darse cuenta de que muchos de los procesos casi rutinarios de los profesionales, son únicos desde la perspectiva de pacientes y familias, para intentar comprender sus respuestas. Aún siendo ficción, la novela nos permite acceder a lo profundo de las personas, eso que, en la vida real solo podemos intuir mirando atentamente a los ojos, el lenguaje no verbal y recurriendo a nuestra propia imaginación.
Eso sí, para personas sensibles, se recomienda tener a mano algún pañuelo, pues por momentos, es imposible no ceder a las propias emociones.